Mes: mayo 2024
10.05.24 –
15.06.24
Quienes vagan curiosos por mil maravillas
Obras de la exposición↗
"Quienes vagan curiosos por mil maravillas" es el segundo proyecto individual de Elisa Pardo Puch en Pradiauto. En esta ocasión la muestra reúne una selección de obra producida en 2024 y surge como resultado de su estancia en GlogauAIR, Berlín.
"Los conductos y las esferas grandes y pequeñas se repiten en más piezas, porque repetir, insistir y repasar son los modos habituales de Elisa para tratar con las cosas y hacerse con ellas, unidos al pensamiento que está en la punta de los dedos. No hay nada, sin embargo, que se identifique directa y claramente con cosas conocidas, ya que, por mucho que se evoque lo orgánico, lo dibujado no puede adscribirse a artefactos concretos. Todo es una especie de algo: vainas tubulares, cañerías, boas, intestinos, tráqueas, objetos serpentiformes, pipetas, alambiques.
Entre las formas dibujadas más complicadas de describir están una especie de copas, fragmentos de las esferas grandes de piel negra que se han dividido con asombrosa regularidad y se han disociado, agrupándose entre sí en secuencias repetitivas de módulos que por una parte parecen recipientes que contienen y son atravesados por las esferas pequeñas y, por otra, ideogramas de movimiento, como las cronofotografías del siglo XIX.
En una ocasión, Elisa habló de la posibilidad de un estallido vital. Fue a propósito de una exposición que tituló "La espera". Ésta, que reúne el vagar con la curiosidad y las maravillas, es la de abrir y dar a ver lo que está/estaba dentro, en mundos encapsulados; es una exposición de formas de salir. Todo viene de algo y está a punto de ser otra cosa. Lo que está quieto no va a durar ni un minuto".
Selina Blasco
Madrid, 07/05/2024
"Quienes vagan curiosos por mil maravillas" es el segundo proyecto individual de Elisa Pardo Puch en Pradiauto. En esta ocasión la muestra reúne una selección de obra producida en 2024 y surge como resultado de su estancia en GlogauAIR, Berlín.
"Los conductos y las esferas grandes y pequeñas se repiten en más piezas, porque repetir, insistir y repasar son los modos habituales de Elisa para tratar con las cosas y hacerse con ellas, unidos al pensamiento que está en la punta de los dedos. No hay nada, sin embargo, que se identifique directa y claramente con cosas conocidas, ya que, por mucho que se evoque lo orgánico, lo dibujado no puede adscribirse a artefactos concretos. Todo es una especie de algo: vainas tubulares, cañerías, boas, intestinos, tráqueas, objetos serpentiformes, pipetas, alambiques.
Entre las formas dibujadas más complicadas de describir están una especie de copas, fragmentos de las esferas grandes de piel negra que se han dividido con asombrosa regularidad y se han disociado, agrupándose entre sí en secuencias repetitivas de módulos que por una parte parecen recipientes que contienen y son atravesados por las esferas pequeñas y, por otra, ideogramas de movimiento, como las cronofotografías del siglo XIX.
En una ocasión, Elisa habló de la posibilidad de un estallido vital. Fue a propósito de una exposición que tituló "La espera". Ésta, que reúne el vagar con la curiosidad y las maravillas, es la de abrir y dar a ver lo que está/estaba dentro, en mundos encapsulados; es una exposición de formas de salir. Todo viene de algo y está a punto de ser otra cosa. Lo que está quieto no va a durar ni un minuto".
Selina Blasco
Madrid, 07/05/2024
Elisa Pardo Puch
Elisa Pardo Puch (Madrid, 1988) es licenciada en Bellas Artes por la UCM en el CES Felipe II de Aranjuez. En 2017, obtuvo un Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual por la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Complutense de Madrid. En 2010, completó sus Estudios Superiores de Diseño en la Escuela de Arte no 10 de Madrid y, en 2009, fue beneficiaria de una beca Erasmus en la École Duperré de París.
Su obra ha sido expuesta en varias muestras individuales y colectivas, destacando exposiciones como "Metal Heart: lo que pesa" en Departamento, Bilbao; "Bajo el cielo de la noche" en Boiler Room, Luis Adelantado Gallery, Valencia; y "A Strange Fairytale" en Pradiauto, ArteSantander, Santander, entre otras. Además, ha participado en importantes exposiciones colectivas como la presentación del Premio Miquel Casablancas (2023) en Barcelona, "Malas Hierbas" en CasaBanchel, Madrid (2024), y "Garden Shed" en Villa Bergerie, Huesca (2023).
Pardo Puch también ha sido parte de diversas residencias artísticas, incluyendo GlogauAIR en Berlín (2024), Villa Bergerie y la Pollock-Krasner Foundation en Huesca (2023), Artist in Residence Munich (2022) y el Programa de Residencias Artísticas de Matadero en Madrid (2020).
A lo largo de su carrera ha recibido varios reconocimientos, como el Premio Miquel Casablancas (finalista, 2023), el Premio de Adquisición en Nada Sobra de la Universidad Nebrija (2017) y la Mención Especial en Getxoarte, Bilbao (2016).
A partir de experiencias personales, emociones y situaciones cotidianas, la obra de Pardo Puch explora la memoria, el deseo y la repetición. Su práctica se apoya en procesos intuitivos y minuciosos en los que el dibujo y la costura ocupan una posición central. En sus piezas, el contraste entre materiales industriales y técnicas artesanales genera un diálogo que desafía las asociaciones convencionales entre forma, función y valor.
Su trabajo emplea la geometría para estructurar procesos en los que la cuadrícula, la perspectiva calculada y la precisión de las líneas convierten la repetición en un estado casi meditativo. Desde el detenimiento y la acumulación, la artista concibe su práctica como un espacio de canalización, donde el hacer deviene pensamiento y los materiales desechables revelan nuevas posibilidades expresivas.
Su obra ha sido expuesta en varias muestras individuales y colectivas, destacando exposiciones como "Metal Heart: lo que pesa" en Departamento, Bilbao; "Bajo el cielo de la noche" en Boiler Room, Luis Adelantado Gallery, Valencia; y "A Strange Fairytale" en Pradiauto, ArteSantander, Santander, entre otras. Además, ha participado en importantes exposiciones colectivas como la presentación del Premio Miquel Casablancas (2023) en Barcelona, "Malas Hierbas" en CasaBanchel, Madrid (2024), y "Garden Shed" en Villa Bergerie, Huesca (2023).
Pardo Puch también ha sido parte de diversas residencias artísticas, incluyendo GlogauAIR en Berlín (2024), Villa Bergerie y la Pollock-Krasner Foundation en Huesca (2023), Artist in Residence Munich (2022) y el Programa de Residencias Artísticas de Matadero en Madrid (2020).
A lo largo de su carrera ha recibido varios reconocimientos, como el Premio Miquel Casablancas (finalista, 2023), el Premio de Adquisición en Nada Sobra de la Universidad Nebrija (2017) y la Mención Especial en Getxoarte, Bilbao (2016).
A partir de experiencias personales, emociones y situaciones cotidianas, la obra de Pardo Puch explora la memoria, el deseo y la repetición. Su práctica se apoya en procesos intuitivos y minuciosos en los que el dibujo y la costura ocupan una posición central. En sus piezas, el contraste entre materiales industriales y técnicas artesanales genera un diálogo que desafía las asociaciones convencionales entre forma, función y valor.
Su trabajo emplea la geometría para estructurar procesos en los que la cuadrícula, la perspectiva calculada y la precisión de las líneas convierten la repetición en un estado casi meditativo. Desde el detenimiento y la acumulación, la artista concibe su práctica como un espacio de canalización, donde el hacer deviene pensamiento y los materiales desechables revelan nuevas posibilidades expresivas.